En esta página:
- ¿Qué es una infección del oído?
- ¿Cuáles son los tipos principales de infecciones del oído y sus síntomas?
- ¿Cómo puedo saber si mi niño tiene una infección del oído?
- ¿Qué causa una infección del oído?
- ¿Por qué las infecciones del oído son más comunes en los niños que en los adultos?
- ¿Cómo el médico diagnostica una infección del oído medio?
- ¿Cuál es el tratamiento de una infección aguda del oído medio?
- ¿Cuánto tiempo debe tardar mi hijo en mejorarse?
- ¿Qué pasa si mi hijo sigue teniendo infecciones del oído?
- ¿Se pueden evitar las infecciones del oído?
- ¿Qué tipo de investigaciones se están llevando a cabo sobre las infecciones del oído?
- ¿Qué tipo de medidas preventivas pueden tomarse para disminuir los riesgos?
- ¿Dónde puedo obtener más información sobre las infecciones del oído en los niños?
¿Qué es una infección del oído?
La infección del oído es una inflamación del oído medio, generalmente causada por una bacteria, y ocurre cuando se acumula líquido detrás del tímpano. Cualquiera puede tener una infección del oído, pero es más común en los niños. Cinco de cada seis niños tienen por lo menos una infección del oído antes de cumplir los tres años de edad. De hecho, la infección del oído es la razón más común por la cual los padres llevan a sus hijos al médico. El nombre científico de la infección del oído es otitis media (OM).
¿Cuáles son los tipos principales de infecciones del oído y sus síntomas?
Existen tres tipos principales de infecciones del oído. Cada uno tiene una combinación diferente de síntomas.
- Otitis media aguda (OMA) es la infección del oído más común. Partes del oído medio se infectan e inflaman y hay líquido atrapado detrás del tímpano. Esto produce el dolor de oído. En ocasiones el niño puede presentar fiebre.
- Otitis media con efusión (OME) a veces se presenta después de que la infección del oído ha pasado porque quedó líquido atrapado detrás del tímpano. Es posible que un niño con OME no tenga síntomas, pero el medico puede ver el líquido detrás del tímpano usando un instrumento especial.
- Otitis media crónica con efusión (OMCE) se presenta cuando queda líquido en el oído medio por tiempo prolongado o cuando el líquido aparece una y otra vez aunque no haya infección. La OMCE dificulta que el niño pueda luchar contra otras infecciones y podría afectar también su capacidad auditiva.
¿Cómo puedo saber si mi niño tiene una infección del oído?
La mayoría de las infecciones del oído se presentan cuando los niños todavía no saben hablar. Si su hijo no puede aún decir “me duele el oído”, observe uno de los siguientes signos:
- se lleva la mano a la(s) oreja(s) y tira de ella(s),
- se siente molesto y llora,
- tiene problemas para dormir,
- tiene fiebre (especialmente en bebés y en niños pequeños),
- está drenando (saliendo) líquido del oído,
- se mueve torpemente o tiene problemas de equilibrio y
- tiene problemas al escuchar o responder a tonos suaves.
¿Qué causa una infección del oído?
La infección del oído generalmente se debe a una bacteria y frecuentemente comienza después de que el niño tiene una infección de garganta, resfriado o catarro u otra infección de las vías respiratorias altas. Si la infección de las vías respiratorias altas se debe a una bacteria, ésta puede extenderse al oído medio. Si la infección de las vías respiratorias altas se debe a un virus, por ejemplo a un resfriado, la bacteria puede sentirse atraída a este medio propicio (adecuado) para el desarrollo de microbios y pasar al oído medio en forma de una infección secundaria. Debido a la infección, hay líquido que se va acumulando detrás del tímpano.
El oído consta de tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno (vea la imagen). El oído externo, también conocido como el pabellón auricular (la oreja), incluye todo lo que vemos externamente (la hélice o parte curva que se une al lóbulo) y el conducto auditivo, que comienza en la apertura de la oreja y se extiende hasta el tímpano. El tímpano es una membrana que separa el oído externo del oído medio.
El oído medio, que es donde se presenta la infección del oído, está situado entre el tímpano y el oído interno. En el interior del oído medio hay tres huesos muy pequeños o huesecillos llamados martillo, yunque y estribo, cuya tarea es transmitir las vibraciones de sonido desde el tímpano hasta el oído interno. Los huesos del oído medio están rodeados de aire.
El oído interno contiene el laberinto, el cual nos ayuda a mantener el equilibrio. La cóclea forma parte del laberinto y es un órgano en forma de caracol que convierte las vibraciones de sonido provenientes del oído medio en señales eléctricas. El nervio auditivo lleva estas señales desde la cóclea hasta el cerebro.
Otras partes cercanas del oído también pueden verse involucradas en las infecciones del oído.
La trompa de Eustaquio es un pequeño canal que conecta la parte superior de la garganta con el oído medio. Su tarea consiste en suministrar aire fresco hacia el oído medio, drenar líquido y mantener la presión de aire entre la nariz y el oído a un nivel constante. Las adenoides son pequeñas almohadillas de tejido situadas detrás de la parte posterior de la nariz, arriba de la garganta y cerca de las trompas de Eustaquio. Las adenoides están constituidas principalmente por células del sistema inmunológico. Se encargan de atacar las infecciones atrapando las bacterias que entran por la boca.
¿Por qué las infecciones del oído son más comunes en los niños que en los adultos?
Existen varias razones por las cuales los niños son más propensos a las infecciones del oído. Los niños tienen las trompas de Eustaquio más cortas y más rectas que los adultos. Esto dificulta el drenaje de líquido hacia afuera del oído, aún en condiciones normales. Si la trompa de Eustaquio se inflama o se bloquea con mucosa, debido a un resfriado u otra enfermedad respiratoria, el líquido no podría drenar.
El sistema inmunológico de los niños no es tan efectivo como el de los adultos porque está en etapa de desarrollo. Por eso al niño se le dificulta luchar contra las infecciones.
Las adenoides, siendo parte del sistema inmunológico, responden a las bacterias que pasan a través de la nariz y la boca. A veces las bacterias quedan atrapadas en las adenoides y producen una infección crónica que luego se traslada a las trompas de Eustaquio y al oído medio.
¿Cómo el médico diagnostica una infección del oído medio?
Lo primero que hace el médico es preguntar sobre la salud de su hijo. ¿Ha tenido recientemente su hijo un resfriado o dolor de garganta? ¿Tiene dificultades para dormir? ¿Se lleva las manos al oído y tira de la oreja? Si se sospecha que el niño tiene una infección del oído, lo más fácil que puede hacer el médico es utilizar un instrumento con una luz en la punta (conocido como otoscopio) para ver el
tímpano. Si el tímpano está rojo e inflamado, quiere decir que hay una infección.
El médico también podría usar un otoscopio neumático, el cual envía un soplo de aire hacia el interior del conducto auditivo para revisar si hay líquido detrás del tímpano. Un tímpano normal se mueve hacia adelante y hacia atrás más fácilmente comparado con el tímpano que tiene líquido por detrás.
La timpanometría, que utiliza tonos de sonidos y presión de aire, es una prueba que usan los médicos cuando no hay un diagnóstico claro. El timpanómetro es un tapón pequeño y blando que contiene un micrófono diminuto y un altavoz, además de un dispositivo que varía la presión de aire en el oído. Mide la flexibilidad del tímpano a diferentes presiones.
¿Cuál es el tratamiento de una infección aguda del oído medio?
Muchos médicos recetan un antibiótico, por ejemplo, amoxicilina, que debe tomarse por un período de siete a diez días. En algunos casos, el médico también recomienda analgésicos (medicamentos para el dolor) que se venden sin receta, tales como acetaminofén o ibuprofeno, o también gotas para los oídos, que ayudan con la fiebre y el dolor. (Debido a que la aspirina se considera un factor de riesgo muy importante para el síndrome de Reye, un niño con fiebre u otros síntomas típicos de la gripe no debe tomar aspirina a no ser que el médico lo indique).
Si el médico no puede hacer un diagnóstico definitivo de otitis media, y su hijo no tiene un dolor de oído severo ni fiebre, quizá le pida que espere uno o dos días para ver si desaparece el dolor. La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) estableció nuevas normas en el 2013, que recomiendan a los médicos a observar con cautela a niños con infección del oído sin diagnóstico definitivo. En especial hay que aplicar controles a niños entre las edades de 6 meses a 2 años. Si no mejoran durante las primeras 48–72 horas desde el inicio de los síntomas, las normas recomiendan a los médicos iniciar la terapia de antibióticos. A veces el dolor no se debe a una infección y algunas infecciones del oído mejoran sin necesidad de antibióticos. El uso cuidadoso de los antibióticos, y con buena justificación, ayuda a evitar el desarrollo de bacterias que se vuelven resistentes a ellos.
Si el médico receta un antibiótico, es importante estar seguro de que su niño lo tome exactamente como fue recetado y durante la cantidad de tiempo indicada. Aunque su hijo parezca estar mejor en unos pocos días, la infección no ha desaparecido por completo del oído. Si se deja de dar el antibiótico antes de tiempo, la infección puede volver. También es importante volver con el niño al médico para que éste verifique si ya no hay infección.
¿Cuánto tiempo debe tardar mi hijo en mejorarse?
Su hijo deberá sentirse mejor unos cuantos días después de ir al médico. Si han pasado varios días y su hijo sigue enfermo, llame al médico. Es posible que el niño necesite un antibiótico diferente. A veces, cuando ha desaparecido la infección, hay líquido que permanece en el oído medio. Este líquido generalmente desaparece después de tres a seis semanas.
¿Qué pasa si mi hijo sigue teniendo infecciones del oído?
Para que la infección del oído medio no vuelva, es bueno limitar algunos de los factores que ponen al niño en riesgo de adquirirla, por ejemplo, no tenerlo cerca de un fumador o no dejarlo dormir con el biberón. A pesar de estas precauciones, algunos niños continúan teniendo infecciones del oído medio, a veces hasta cinco o seis al año. El médico quizá quiera esperar varios meses para ver si las cosas mejoran por sí solas, pero si la infección continua y los antibióticos no hacen efecto, muchos médicos recomiendan un procedimiento quirúrgico en el que se coloca un pequeño tubo de ventilación en el tímpano para mejorar el flujo de aire y evitar la acumulación de líquido en el oído medio. Los tubos más comúnmente usados permanecen en su lugar por seis a nueve meses y requieren de visitas periódicas al médico hasta que se caigan por su cuenta.
Si la colocación de los tubos de ventilación no evita las infecciones, el médico considera la opción de quitar las adenoides con el fin de evitar que la infección se expanda a las trompas de Eustaquio.
¿Se pueden evitar las infecciones del oído?
Actualmente la mejor manera de evitar las infecciones del oído es reduciendo los factores de riesgo asociados a ellas. Éstas son algunas cosas que puede hacer para disminuir el riesgo de que su hijo tenga infecciones del oído:
- Vacune a su hijo contra la gripe. Su hijo debe recibir la vacuna antigripal (también conocida como vacuna contra la influenza) una vez al año.
- Vacune a su hijo con la vacuna neumocócica conjugada 13 valente (PCV13). La vacuna PCV13, en comparación a la anterior PCV7, protege contra un mayor número de bacterias que causan infecciones. Si su hijo ya comenzó el tratamiento con la vacuna PCV7, consulte con su médico sobre cómo hacer el cambio hacia la PCV13. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan que todos los niños menores de 2 años sean vacunados, comenzando a los dos meses de edad. Los estudios realizados demuestran que los niños vacunados tienen menos infecciones del oído comparados con los que no son vacunados. Es altamente recomendado vacunar a los niños que asisten a centros de cuidado infantil (guarderías).
- Lávese las manos frecuentemente. El lavado frecuente de las manos evita que los gérmenes se transmitan y que su hijo tenga resfriados o gripe.
- Evite exponer a su bebé al humo del tabaco. Los estudios realizados demuestran que los bebés que están cerca del humo de los fumadores tienen más infecciones del oído.
- Nunca acueste a su bebé a dormir una siesta, o en la noche, con el biberón.
- No permita que los niños que están enfermos pasen tiempo juntos. Si su hijo está enfermo, evite en lo posible que esté en contacto con otros niños que también están enfermos.
¿Qué tipo de investigaciones se están llevando a cabo sobre las infecciones del oído?
Las investigaciones financiadas por el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) exploran muchas áreas en las que se puede mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las infecciones del oído medio. Por ejemplo, el encontrar una mejor manera de pronosticar cuáles niños tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones del oído puede llevar a tácticas de prevención más exitosas.
Otra área que requiere explorarse es por qué algunos niños tienen más infecciones del oído que otros. Por ejemplo, los niños de ciertos grupos étnicos como los hispanos y los nativos de Norteamérica tienen más infecciones que los niños de otras etnias.
¿Qué tipo de medidas preventivas pueden tomarse para disminuir los riesgos?
Los médicos están aprendiendo cada vez más acerca de lo que sucede en el oído de los niños con infecciones recurrentes. Han identificado colonias de bacterias resistentes a los antibióticos, conocidas como biopelículas, que se presentan en el oído medio de la mayoría de los niños con infecciones crónicas del oído. El comprender cómo atacar y eliminar estas biopelículas conduciría al tratamiento exitoso de las infecciones crónicas del oído y a evitar la cirugía.
Otra área de estudio importante es comprender el impacto de las infecciones del oído sobre el habla y el desarrollo del lenguaje en los niños. El crear métodos más precisos para diagnosticar las infecciones del oído medio ayudaría a los médicos a recetar tratamientos más específicos. Los investigadores también están evaluando medicamentos que se usan actualmente para el tratamiento de infecciones del oído y están desarrollando formas más efectivas y fáciles de administrarlos.
Los investigadores financiados por el NIDCD siguen explorando vacunas contra las bacterias y los virus más comunes que producen infecciones del oído medio, por ejemplo, Haemophilus influenzae no tipificable (NTHi, por sus siglas en inglés) y Moraxella catarrhalis. Un grupo de investigadores está llevando a cabo estudios sobre un método de aplicar una posible vacuna sin necesidad de utilizar una aguja.
¿Dónde puedo obtener más información sobre las infecciones del oído en los niños?
El NIDCD mantiene un directorio de organizaciones que proveen información acerca del proceso normal y trastornos de la audición, el equilibrio, el gusto, el olfato, la voz, el habla y el lenguaje. Actualmente, el directorio está disponible solamente en inglés.
Use las siguientes palabras clave para encontrar organizaciones que pueden responder a sus preguntas y ofrecer información sobre las infecciones del oído en los niños. Esta información está disponible en inglés.
- Early identification of hearing loss in children (identificación temprana de la pérdida de la capacidad auditiva en los niños)
- Otitis media (infección del oído)
- Speech-language development (desarrollo del habla y el lenguaje)
Para más información, comuníquese con nosotros al:
Centro de Información del NIDCD
1 Communication Avenue
Bethesda, MD 20892-3456
Llamada gratuita: (800) 241-1044
Llamada gratuita TTY: (800) 241-1055
Correo electrónico: nidcdinfo@nidcd.nih.gov
Publicación de NIH núm. 10-4799 S
Marzo de 2013